Hay algo en lo que he estado meditando desde hace un
tiempo, algo que veo con mucha frecuencia y en lo que, confieso avergonzado, yo
también he participado. Me refiero a una guerra, y no una guerra espiritual
contra Satanás, como se nos advierte en las escrituras; tampoco una guerra
literal como la que vemos en las noticias sobre el medio oriente, es una guerra
entre cristianos, sí, personas que confesamos servir a Cristo.
Hay varios tipos de doctrinas que rigen la vida y
creencias de todos nosotros, a eso se le llama DENOMINACIÓN. Independientemente
de lo que creas perteneces a una denominación. No puedes decir "Yo sólo
creo en Cristo", sencillamente perteneces a una ramificación del
cristianismo o no eres cristiano.
Debemos diferenciar entre denominaciones y sectas:
·
Denominaciones son doctrinas dentro del cuerpo de Cristo,
·
Sectas son falsas religiones (grupos que aseguran ser
cristianos, pero niegan uno o más de los puntos esenciales de la fe cristiana).
El surgimiento de las denominaciones dentro de la fe
cristiana, puede ser rastreado desde la Reforma Protestante (a partir de 1517).
El movimiento de “Reforma” de la Iglesia Católica Romana durante el siglo XVI,
dio surgimiento a las cuatro divisiones o tradiciones mayores del
protestantismo: Luterana, Reformada, Anabaptista, y Anglicana. A través de los
siglos, de estas cuatro ramas, surgieron otras denominaciones. La denominación
Luterana fue nombrada así por Martín Lutero y estaba basada en sus enseñanzas.
Los Metodistas tomaron el nombre de su fundador, John Wesley, quien era famoso
por elaborar “métodos” para el crecimiento espiritual. Los Presbiterianos
fueron llamados así por su visión sobre el liderazgo de la iglesia – la palabra
griega para anciano es presbíteros. Los Bautistas tomaron su nombre, porque
ellos siempre enfatizaron la importancia del bautismo.
Cada denominación tiene algunos énfasis o diferencias
doctrinales una de la otra, tales como: el método del bautismo; la
disponibilidad de la cena del Señor para todos o sólo para aquellos cuyos
testimonios puedan ser verificados por los líderes de la iglesia; la soberanía
de Dios Vs. el libre albedrío en lo referente a la salvación; el futuro de
Israel y la iglesia; el papel que juegan las obras en la salvación; el
arrebatamiento pre-tribulacionista Vs. el post-tribulacionista; y la lista
puede seguir y seguir. El punto de estas divisiones nunca es Jesucristo como
Señor y Salvador, ni la divinidad del Espíritu Santo o la Trinidad, sino más
bien, honestas diferencias de opinión de gente piadosa, aunque imperfecta, que busca
honrar a Dios y retener la pureza doctrinal de acuerdo a sus
conciencias y su comprensión de la Palabra.
En la actualidad, las denominaciones son muchas y
variadas. Las principales denominaciones originales arriba mencionadas, han
producido numerosas ramas como las Asambleas de Dios, Alianza Cristiana y
Misionera, los Nazarenos, Evangélicos Liberales, iglesias Bíblicas
independientes y otras.
Pero no todo queda ahí, dentro de las denominaciones
mencionadas existen las siguientes categorías (si me permiten llamarle de esa
manera):
Con respecto a los dones espirituales y los ministerios apostólicos y
proféticos:
·
Cesacionistas. Sostienen que en
este tiempo no existen o menguaron
·
Continuistas. Sostienen que todo continúa
igual como en el primer siglo
Con respecto al reinado milenial de Cristo:
·
Premilenialistas - regreso de Cristo
antes de su reinado milenial con una duración de mil años.
·
Amilenialistas - no habrá un
reino literal de Cristo de mil años.
·
Postmilenialistas - ve la segunda venida de
Cristo ocurriendo después del Milenio
Con respecto a las partes que conforman el ser humano:
·
Tricotomistas - alma, cuerpo y espíritu
·
Bicotomistas - cuerpo y alma-espíritu
como uno mismo
Con respecto a la festividad navideña:
·
Pro-navidad. No hay nada de malo en celebrar la navidad, pues se celebra a Cristo
·
Anti-navidad. Sólo los paganos celebran esta festividad.
Pero también hay diferencia en esto:
Si la mujer debe o no debe usar pantalones y prendas de
vestir.
Si se debe o no se debe escuchar música secular.
Si se debe o no se debe guardar el sábado.
Si se le permite o no se le permite a la mujer ser
pastora.
Si está bien o mal que una persona se case luego de
haberse divorciado.
Y la lista sigue casi interminablemente
Pero no nos equivoquemos. Nosotros, como creyentes,
debemos ser de una mente EN CUANTO A LAS BASES DE LA FE. La diversidad es algo
bueno, pero no la desunión. Si dos iglesias difieren doctrinalmente sobre
estilo y forma, está bien que permanezcan separadas. Aunque esta separación, no
exime la responsabilidad que tienen los cristianos de amarse unos a otros (1
Juan 4:11-12) y finalmente permanecer unidos como uno en Cristo (Juan
17:21-22).
He visto como creyentes son ofendidos por pensar
diferente a otros creyentes, han sido maltratados verbalmente y en algunos
casos hasta agredidos físicamente. El que un hermano en Cristo tenga una
opinión diferente a la mía en un tema secundario de la fe cristiana, no me da
el derecho de llamarlo hereje o verlo como mi enemigo, o peor aún, condenarlo
al infierno (aunque sólo Dios tiene autoridad para hacer esto). De manera que
lo SABIO es tolerar esa diferencia y respetar a mi hermano. Me gusta ver la
madurez de hermanos que aunque tienen diferentes puntos de vistas que otros
hermanos en la fe, en cuanto a temas secundarios, aún así mantienen el respeto
entre ellos.
Yo tengo mis creencias debido al tiempo que llevo
estudiando la palabra de Dios lo que me ha llevado a tener convicciones claras en
cuanto a muchos temas; sé que muchos están de acuerdo conmigo y también sé que
otros difieren de mí, pero esto no me llevará a cambiar para agradar a los que
piensan diferentes, ni tampoco los tendré como oponentes, porque nuestro
oponente es el diablo y nuestra propia concupiscencia.
Entonces ¿Qué hacer cuando tenga diferencia con otros
creyentes? Veámoslo en las escrituras. Hubo un momento de tensión entre los discípulos de Cristo
por un tema secundario, pero que a algunos les parecía de suma importancia. La biblia
lo relata así:
"Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña
con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros
de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión. Hechos 15:2
El motivo de la discusión era que los fariseos que habían
creído en el evangelio exigían que los nuevos creyentes gentiles fueran circuncidados
según la tradición judía. Luego de una seria consideración se pusieron de
acuerdo y este fue el resultado:
"Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales
también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo,
y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas
necesarias: que
os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de
fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis.
Pasadlo bien.
Así, pues, los que fueron enviados descendieron a
Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta; habiendo leído
la cual, se
regocijaron por la consolación." Hechos 5: 27-31
¿Pudieron ver el desenlace? Poniéndose de acuerdo con el Espíritu
Santo lograron descubrir que lo que los estaba dividiendo no era
algo que pusiera en juego la salvación de los creyentes, sino más bien algo que
bien podían hacerlo o no.
Muchos creen que por cualquier cosa se pierde la
salvación y por ello asumen posturas muy duras ante otros creyentes, y no se
dan cuenta que les falta el amor, la misericordia y la compasión hacia los
demás.
No estoy diciendo con esto que vamos a aceptar toda clase
de herejía, blasfemia y apostasía como algo normal ¡Claro que no! Quien tal
haga se constituye sectario, no creyente y hasta opositor al evangelio de
Cristo (y aún a ellos debemos amarlos). Estoy hablando de otros creyentes
que no necesariamente afirman todo lo que nosotros creemos.
Mi recomendación final es que meditemos seriamente sobre
este tema. No vas a estar de acuerdo con todos los cristianos, ni siquiera con
los de tu misma iglesia; y te aseguro que aunque difieran en algunos temas
AMBOS PUEDEN SER SALVOS, ambos son hijos de Dios. Así que mi consejo final es
este:
"Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; de modo que se toleren unos a
otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los
perdonó, perdonen también ustedes."
Colosenses 3:12-13 (NVI)
Colosenses 3:12-13 (NVI)
¡Dios les bendiga!