jueves, 10 de noviembre de 2016

"Sellar la palabra" ¿Es una práctica bíblica?



Esta práctica consiste en lo siguiente: cuando un predicador está en medio del sermón y dice alguna palabra que alguien la considera buena o “poderosa” esa persona va y deposita dinero al pie del altar o del púlpito; generalmente a esa persona le siguen otras haciendo lo mismo; el objetivo de esto es para que la palabra dicha por el predicador se cumpla en la persona que “sella” la palabra con su ofrenda.

"Sellando la palabra"

Hoy día la Iglesia de Cristo parece haberse contaminado con modalidades o acciones de algunos que osan reinventar las Sagradas Escrituras. Una de estas nuevas modalidades se trata, como según lo llaman, de "sellar la Palabra". Las preguntas a hacernos son: ¿Se puede sellar lo que ya ha sido sellado por el Espíritu Santo?, ¿Es lícita esta práctica?, ¿Es así como Dios obra en la vida de una persona? ¿Si una persona “sella” una palabra dicha por un predicador, esta ha de cumplirse en ella? ¿Todo lo que una persona necesita para que la palabra de Dios obre en sus vidas es pagar por ella?


¿Algún texto bíblico apoya esta práctica?

En el capítulo 6 del Libro de Jueces, Gedeón, luego de haber recibido una encomienda de parte del ángel de Jehová, le ofreció una ofrenda voluntaria (ver Jueces 6:18-24). Gedeón NO buscaba “sellar la palabra” que el ángel le había dicho para que se cumpliera en él, esta ofrenda era para asegurarse que realmente estaba hablando con un ángel enviado por Dios. 

Para despejar sus dudas Gedeón suplica al viajero una señal de que realmente es el ángel de Jehová (Jueces 6:17, 18). La palabra traducida presente también significa “ofrenda”. Si el viajero es solamente un hombre, lo que Gedeón le trae será un simple regalo. Sin embargo, si es Dios, el presente será una ofrenda. Lo que Gedeón preparó era demasiado para un solo hombre (6:19). Un solo hombre no podía comer un cabrito, y el efa de harina daba suficiente pan para 10 personas aun cuando no hubiera carne (compare con Éxodo 16:16, 22, 36; no se sabe el tamaño exacto del efa, pero era una medida grande, compare con  Zacarías 5:6-8).

Otro pasaje bíblico que se usa para obtener una base en esta práctica es este: Daniel 9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”.

El contexto de este pasaje no se refiere para nada en que Dios le daría poder o bendiciones al hombre por medio de dinero sellando una palabra,  ¡eso es herejía! acá dejo un breve comentario que hace Matthew Henry con respecto a este pasaje que nos sirve de mucho:

“Todas las bendiciones otorgadas al hombre pecador vienen por el sacrificio expiatorio de Cristo, que sufrió por los pecados de una vez por todas, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. He aquí nuestro camino de acceso al trono de la gracia y de nuestra entrada al cielo. Esto sella la suma de la profecía y confirma el pacto con muchos; y mientras nos regocijamos en las bendiciones de la salvación, debemos recordar lo que costaron al Redentor. ¡Cómo escaparán los que rechazan una salvación tan grande!”

Queda claro que eso de sellar que el profeta Daniel menciona en su profecía inspirada no es más que el sello que haría Jesús en la Cruz del calvario cerrando el pacto hecho con su preciosa sangre. Mateo 26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”.

El otro pasaje que aparece en la biblia es el siguiente:

Hageo 2:23 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”.

Matthew Henry comenta al respecto de este pasaje lo siguiente:

“El Señor preservará a Zorobabel y al pueblo de Judá en medio de sus enemigos. Aquí también se anuncia el establecimiento y la continuidad del reino de Cristo; por la unión con que su pueblo es sellado con el Espíritu Santo, sellado con su imagen y, así, es distinguido de todos los demás. 2 Corintios 1:21-22Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones”.

Aquí también se predicen los cambios, aun en ese tiempo, cuando el reino de Cristo desplace y ocupe el lugar de todos los imperios que se opusieron a su causa. La promesa se refiere especialmente a Cristo, que descendió de Zorobabel en línea directa, y que es el solo edificador del templo del evangelio. Nuestro Señor Jesús es el Sello en la diestra de Dios, porque toda potestad le es dada a Él, y derivada de Él. Por Él y en Él todas las promesas de Dios son sí y amén. Cualesquiera sean los cambios que acontezcan en la tierra, todos promoverán el consuelo, el honor y la felicidad de sus siervos.

¿Qué encontramos en la biblia respecto al tema dinero-evangelio?

Sin duda alguna desde los días de la antigüedad las ofrendas y diezmos de los hijos de Dios han ayudado al desarrollo de la obra de Dios; durante el crecimiento de la iglesia primitiva los primeros cristianos incluso vendían sus propiedades y ofrendaban el dinero para que los apóstoles ayudaran a los pobres. En los días del apóstol Pablo las ofrendas también ayudaban a que él hiciera algunos viajes misioneros, aunque no en todos los casos, pues Pablo mismo daba todo su dinero cuando visitaba algunas iglesias, como él mismo lo relata en 2 Corintios 12:14,15:

“He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos”. (Negritas del autor)

También al apóstol Pedro habló sobre las ganancias en su primera carta dirigida a varias iglesias.

“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. 1 Pedro. 5:1-4 (Negritas del autor).

El pasaje bíblico más acertado sobre el tema de querer pagar para obtener algo de Dios se registra en Hechos 8:18-24, y este es el relato:

“Cuando vio Simón (el mago) que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo:

-         Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.

-         Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.

Respondiendo entonces Simón, dijo:

-         Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.

Amados hermanos en Cristo y amigos, la biblia no se contradice (Leer nuestro artículo La Inerrancia Bíblica y su importancia) y en ella Dios nos dice que demos por gracia lo que recibimos por gracia (Mateo 10:8), dicho de otra manera, TODO el don de Dios y toda palabra de bendición que recibimos nos las DA Dios por pura gracia, NO TENEMOS QUE PAGAR POR ELLA porque no tienen precio. Lo único que debemos hacer con respecto a esto es ser obedientes a Dios y sus mandamientos; si algún “costo” tienen las bendiciones de Dios es la OBEDIENCIA.

“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”. Deuteronomio 28: 1-2

Por otra parte, eso de “sellar la palabra” con dinero genera confusión y tristeza en la gente que no cuentan con las formas o recursos para “sellar” lo que se les había vendido como la única oportunidad, el último tren de la temporada para “arrebatar” una bendición, un sueño o una promesa de Dios.

A mi parecer no queda la menor duda de que esta práctica de “Sellar la palabra” con dinero es sencillamente anti bíblica y atenta en contra del evangelio de Cristo.

Amado/a hermano/a, si alguna vez has incurrido en esto te pido que consideres seriamente esta reflexión y ores a Dios para que te hable al respecto, un estudio profundo de las escrituras te ayudaría mucho.
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“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.
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¡Dios les bendiga!