Siguiendo los Pasos de Jesús
busca glorificar al Señor Jesucristo, proveyendo reflexiones basadas y apoyadas
por las escrituras y oportunas referencias a preguntas espirituales y doctrinales
a través de internet.
Siguiendo los Pasos de Jesús
es un ministerio de siervos voluntarios dedicados y preparados, que tienen el
deseo de asistir a otros en su entendimiento de Dios, la Escritura, la
salvación y otros temas espirituales. Somos cristianos evangélicos. Nos
consideramos como un ministerio paralelo al de la iglesia, trabajando hombro
con hombro con ésta para ayudar a la gente a encontrar respuestas a sus
preguntas de índole espiritual.
Con casi 3 mil
millones de personas en línea en la actualidad, nunca hemos estado tan
conectados. Por tanto, como seguidores de Cristo, esta es nuestra oportunidad
de alcanzar ese campo misionero online que está en la punta de nuestros dedos. Nuestro deseo es que nuestra generación sea lo suficientemente audaz
para levantarse y sacar el mayor provecho de lo que Dios ha colocado en
nuestras manos, literalmente, para asegurarnos que nadie pase su vida sin
escuchar lo que Jesús ha hecho por ellos.
Hacemos
nuestro mejor esfuerzo para investigar los temas fiel y profundamente y hacerlos con base en las Sagradas Escrituras teniendo cuidado de su contexto histórico y doctrinal. No es nuestro propósito el hacer que
concuerdes con nosotros, sino más bien señalarte lo que dice la Biblia acerca
de los temas que tratamos.
¡Que Dios te
bendiga grandemente al buscar el estudiar Su Palabra y crecer en tu caminar con
Él. "Porque de Él, por Él y para Él
son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos, Amén". Romanos
11:36.
Con casi 3 mil millones de personas en línea en la actualidad, nunca hemos estado tan conectados. Por tanto, como seguidores de Cristo, esta es nuestra oportunidad de alcanzar ese campo misionero online que está en la punta de nuestros dedos. Nuestro deseo es que nuestra generación sea lo suficientemente audaz para levantarse y sacar el mayor provecho de lo que Dios ha colocado en nuestras manos, literalmente, para asegurarnos que nadie pase su vida sin escuchar lo que Jesús ha hecho por ellos.