miércoles, 24 de febrero de 2016

¿Cuáles son tus motivaciones para servir al Señor?



Vivimos en una época y en una parte del planeta donde no es difícil escuchar a un predicador hablar del evangelio. Son tantas las iglesias y las doctrinas que podemos elegir la que más nos guste, la que más cómoda nos quede, etc.

Normalmente en mi país, República Dominicana, cada cristiano al dirigirse a su iglesia le pasa por el frente a 5 o más iglesias cristianas que quedan en la misma ruta que la iglesia a la que asiste. Pero mi enfoque en esta ocasión no es la cantidad de iglesias, sino el mensaje central de la gran mayoría de ellas.


Todo el que ha sido expuesto a un mensaje desde un púlpito, la televisión, el internet o la radio ha escuchado frases como: “no morirás sin ver lo que Dios te prometió”; “ tus ojos verán tu tierra prometida”; “muy pronto saldrás de ese desierto”; etc. etc.

Lo que veo en el fondo de todo es: si le sirves a Dios tendrás todo lo que quieras muy pronto, o Dios va a satisfacer todos tus sueños cuando le sirvas. Por lo que debo preguntar ¿Es este el enfoque correcto? ¿Se trata de servir a Dios para obtener "beneficios"? ¿Todo se trata de un intercambio?

Es cierto que al servir a Dios somos librados de muchas cosas y que nuestras cargas son más ligeras que antes de servirle; es cierto que la Biblia está cargada de promesas para el pueblo de Dios (Vea algunas en: Deuteronomio 28:1-14; Proverbios 1:33; Filipenses 4:19; etc.) Pero sería un error que nuestras motivaciones para servir al Señor sean estas cosas, que al fin y al cabo son terrenales y están expuestas a daños. Ver Mateo 6:19-20 

Es mi responsabilidad mencionar, amado/a lector/a, que es posible que no veas muchas de las cosas que esperas ver, independientemente de tu buen caminar cristiano.

Leyendo el capítulo 11 del libro de Hebreos me encuentro con una cantidad de hombres y mujeres que aguantaron más de lo que muchos de nosotros estamos dispuestos a aguantar hoy por servir a Dios. Y de ese capítulo los versos del 35 al 38 me dejan impactado y me pregunto ¿estas personas fueron capaces de soportar todo eso por la fe?, pero eso no es todo mis hermanos, hay algo peor, hay un verso que, a raíz de lo que se predica hoy, no debería de estar en la Biblia… es más, ese verso destruye los argumentos de los predicadores de hoy. Me refiero al verso 39; sí, Hebreos 11:39 y lo cito: “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido” ... espera un momento... ¿CÓMO QUE NO RECIBIERON LO PROMETIDO? Pero señor escritor de Hebreos ¿Te fijaste que esa gente alcanzó buen testimonio? ¡No me vengas con ese final por favor! Si fueras un guionista de Hollywood y pones un final así en una película seguro que te despiden.

Mi desconcierto no es porque la Biblia esté mal o porque haya injusticia en ella, NO. Mi desconcierto es porque al menos el 70% de los creyentes de hoy creen en Jesucristo porque les dijeron que van a ser felices al final de sus vidas. Ninguno de ellos sabe que pueden morir y no ver aquello que tanto han esperado.

Debo aclarar que Dios no nos condena por tener posesiones materiales, pero sí nos condenará si éstas son las motivaciones con las que le servimos. Como creyentes en el Señor Jesucristo, debemos reconocer que el cielo es nuestro hogar y debemos resistir la tentación de acaparar o atesorar posesiones terrenales que se desvanecerán con el tiempo. Medite en los siguientes textos bíblicos:


Las Posesiones Terrenales Son Inferiores a las Celestiales“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las cosas terrenales” (Colosenses 3: 2).

Las Posesiones Terrenales Serán Destruidas Con el Tiempo“Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Los cielos pasarán con grande estruendo, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra y todo lo hecho en ella quedarán al descubierto" (2 Pedro 3:13).

Las Posesiones Terrenales No Se Pueden Dar a Cambio de su Alma. “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26).

Las Posesiones Terrenales Valen Menos que un Buen Nombre“Un buen nombre es más que las muchas riquezas; ser estimado es mejor que la plata y el oro“ (Proverbios 22: 1).

Las Posesiones Terrenales Pueden Ahogar el Deseo de Dios. “La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.” (Lucas 8:14).

Mis hermanos, debemos predicar un evangelio diferente al que se está predicando hoy, debemos regresar a la senda antigua; no podemos basar una creencia en una recompensa, en un intercambio. Nuestra motivación debe ser servir a Cristo por lo que Él hizo en la cruz del calvario, por morir en lugar de nosotros, por evitarnos el sufrimiento eterno en el infierno. Nuestras motivaciones deben ser más por agradecimiento por lo ya hecho que por la recompensa de algo que nos pueda dar. Dios abra nuestro entendimiento.


¡Dios les bendiga!