martes, 11 de octubre de 2016

Razones para perdonar


A todos en algún momento de nuestra vida o tal vez en este momento alguien nos ha fallado, nos ha herido, nos ha traicionado, muchas personas juegan con nuestros sentimientos, abusan de nuestra confianza, nos faltan al respeto, nos lastiman, etc. Cuando estas cosas pasan quedamos con sentimientos de ira venganza; hasta queremos que a partir de ese momento les vaya mal a las personas que nos dañan; nos imaginamos en buenas posiciones mientras que a ellos, los que nos fallan, los imaginamos humillados y sufriendo.

¿Es bueno mantener esos pensamientos y sentimientos en nosotros? ¿Nos beneficia o nos perjudica? ¿Estos sentimiento afectan a la persona que no queremos perdonar?


Quizás las razones que tengas sean válidas y todo lo que estás experimentando en tu vida a raíz de eso no es precisamente lo que desearías haber vivido. De pronto se trata de una enfermedad, un negocio frustrado, una relación que terminó, la traición de un amigo, una baja en tus ingresos y demás. La cosa es que si deseas salir adelante no puedes estar concentrándote solamente en esas situaciones que desde ya forman parte de tu pasado, debes dejarlas de lado, liberarte de los “por qué a mí” y la mentalidad de víctima y cambiar de canal, así como lo haces cuando te encuentras algo en la televisión que no te agrada, simplemente tomas el control remoto y cambias de canal.

Cámbiate a lo positivo, deja de quejarte y concéntrate en dar lo mejor y entender qué es lo que debes hacer para salir adelante. Recuerda que nuestros pensamientos y nuestras acciones definen nuestro futuro y nuestra realidad. Así de simple.

A veces, pasamos tantos días, semanas, meses o años concentramos en lo que nos pasa que no vemos la salida hacia lo que realmente podemos lograr. La idea es usar lo que te pasa como un puente hacia mejores situaciones, siempre y cuando te esfuerces en ver la manera correcta de salir del pasado. Si realmente deseas salir adelante, estar mejor y lograr lo que deseas, debes quitarte el traje de autocompasión, dejar las excusas y de culpar a los demás por lo que te ha sucedido.

Empiece a perdonarse por haber elegido que lo que los demás hayan dicho o hecho le haya afectado y perdone también a esas personas que la vida le ha puesto en el camino. Tómese el tiempo ahora mismo de hacer una lista, de analizar de quienes necesita perdón y a quienes necesita perdonar. Hágalo, ¡es por su bien!

“Cuando perdonamos no estamos cambiando el pasado, pero sí el futuro”, Bernard Meltzer.

Cuando usted perdona no le hace un favor a la otra persona, todo el beneficio lo atrae hacia usted. Albergando odio, ira, resentimientos, rencor, dolor y enojo hacia los demás, solo le traerá depresión, frustración y mucho bloqueo en su vida. La desgracia y tristeza se apoderan de usted y estos sentimientos hasta pueden llegar a somatizarse, manifestarse como enfermedades. He conocido casos de personas enfermas que por más que van al médico no encuentran la causa de su enfermedad porque éstas provienen de un corazón lleno de rencor y falta de perdón.

Recuerde que cargar todo eso, no solo afecta su vida, sino que además todas las relaciones de trabajo, familiares, sociales, amigos con quien usted convive. Si es necesario busque la ayuda de un profesional para llegar a la raíz de esos sentimientos, porque te aseguro que una gran cantidad de veces nuestras reacciones vienen de situaciones que debemos sanar por hechos que nos marcaron en la niñez, en la adolescencia, una etapa adulta o más reciente. Cuando sanas esas heridas, eres libre para vivir el presente, dejando totalmente el pasado atrás. Esto puede tomar tiempo pero es lo más conveniente que alguien puede hacer en su vida para gozar de plenitud. ¿Qué situaciones debe sanar, debe perdonar para soltar, avanzar en la vida? Si usted no perdona, la congoja y problemas no desaparecerán de su vida.

Abandonarlo todo en manos de Dios es creer”, A. W. Tozer.

Todo en la vida tiene su momento y su lugar. Ni antes ni después. Si usted cree que debe tomar la justicia en sus manos sobre lo que los demás han hecho y dicho y cómo le ha afectado en su vida, está equivocado/a. Ocúpese en sanar cada raíz que evoca dolor, sufrimientos, tristeza y angustia en su vida. Confíe en que todo estará bien, si usted actúa bien, el bien será lo que la vida le devuelva. En vez de concentrarse en lo que pasó y lo que no ha pasado, agradezca las experiencias que la vida le ha concedido y avance en positivo.

“No permitas que aquello que no puedes hacer interfiera con aquello que sí puedes hacer”, John Wooden.

Lo que está hecho, hecho está, afortunadamente tienes todo un camino por delante. Evita ser como la gran mayoría de personas que se concentra en lo que pasó, en lo que los ha detenido, apartándose del camino a donde iban y se la pasan días lamentándose por lo que sucedió, en vez de quitarse el polvo de la caída y salir adelante. Repóngase de todo lo que la vida le ha presentado, no se detenga demasiado tiempo en el pasado y canalice toda la energía en salir adelante en no castigarse por lo que le ha pasado. No pierda las oportunidades que la vida tiene para usted, por vivir en el pasado. Si nos concentramos en lo que podemos hacer, lo logramos.

Nuestra meta más grande debe ser buscar a Dios, pero esto no es posible mientras los sentimientos negativos ocupan nuestro corazón. Te repito, no es fácil perdonar, y es porque eso implica negarnos a nosotros mismos. Y es justamente lo que Dios quiere que hagamos (vea Mateo 16:24).

Si has leído hasta aquí y quieres romper con esa situación que tanto te ha afectado te invito a buscar la ayuda de Dios en oración, si no sabes cómo hacerlo te dejaré una como guía y te aseguro que si lo haces de corazón vas a sentirte aliviado/a y notarás los cambios en los próximos días.

Ora estas palabras
“Amado Dios del cielo, mi Señor, mi Salvador. Mi alma en ti confía Jehová de los ejércitos. Vengo delante de ti pidiendo que me ayudes a sanar mi corazón, que me ayudes a perdonar a aquellos que me han hecho mal, que me ayudes a no sentir resentimiento por ellos. Quiero amarlos Señor, pero no sé cómo hacerlo por eso te pido que me ayudes, ayúdame Padre a perdonarlos y a pedir perdón y perdóname tú por haber cerrado mi corazón”

“Te quiero pedir también que bendigas a esas personas que me fallaron, que las libres de todo mal, que las guíes hacia ti, que les des sanidad si las necesitan. Bendícelos Señor y ten misericordia de ellos. Te pido estas cosas de todo corazón en el nombre de Jesús. ¡Amén!”

Espero de todo corazón que esta reflexión te haya ayudado y que hayas hecho esta oración a Dios. ¡Sé que estarás bien!


¡Dios te bendiga!