lunes, 31 de agosto de 2015

Cristianos Todo Terreno


¿Qué quiero decir con "cristianos todo terreno"?

Una de las frases acostumbradas a escuchar de los vendedores de autos y camionetas, al intentar convencer a un cliente indeciso es “este es un automóvil o camioneta todo-terreno", dando a entender su adaptabilidad a cualquier terreno y capacidad para superar los obstáculos del clima y del suelo.


En el mundo espiritual Dios también quiere tener un pueblo calificado como “todo terreno", capaz de mantenerse fiel y firme a pesar de los buenos o malos tiempos que atraviese.

No todo creyente en Cristo es un creyente “todo terreno” de un día para el otro, sino que con el paso del tiempo, sumado a su firmeza espiritual lo califican a ser considerado un cristiano más que vencedor o como decimos aquí, un cristiano “todo terreno"

Una de las características de las personas que crecen espiritualmente en su caminar con el Señor es su estabilidad, firmeza y perseverancia en todo tiempo, bueno y malo, bajo cualquier circunstancia positiva o adversa.

Los creyentes maduros espirituales son firmes en su fe, pues sus vidas están cimentadas bajo la Roca que es Cristo.

Mateo 7:24-27 dice lo siguiente:“24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.”

La estabilidad, firmeza, perseverancia únicamente es posible cuando estamos cimentados en la Roca que es Cristo.

También 1 Corintios 3:11 dice que así como es el fundamento, así debería ser lo que se construya arriba: “11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 

Cuando al fundamento único que es Cristo, le sumamos edificación de la práctica de los principios de la Palabra de Dios ese edificio permanecerá.

Estos pasajes nos dicen cual es la idea de Dios para su pueblo: Que cada Cristiano tenga la firmeza de una roca, y desarrolle en un proceso la estabilidad, perseverancia, resistencia espiritual bajo cualquier circunstancia.

Ahora bien, la pregunta que surge aquí es ¿Cómo hacer para ser esa clase de creyente sólidos como una roca, estables, perseverantes y resistentes?

En estos dos pasajes se resaltan algunas palabras interesantes “lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos,”

Estas palabras representan las vicisitudes y desafíos que los cristianos atraviesan durante su camino en la vida diaria. Atravesar cada una de estas vicisitudes en forma victoriosa, hace que el creyente se transforme en lo que yo he llamado un cristiano “todo terreno”, pero lamentablemente no todos lo logran.

¿Qué representan las lluvias, los ríos, y los vientos en la práctica? Representan lo siguiente:
1. Tiempo de crisis o pruebas

2. Ataques espirituales

3. Desiertos espirituales



Dios utiliza estas tres vicisitudes para formar en el creyente un carácter “todo  terreno”.

Los creyentes todos terrenos son los que la Palabra llama “más que vencedores” (Romanos 8:37). Cuando leemos en Apocalipsis en los mensajes de Dios a las Iglesias se repite una y otra vez “el que venciere”. Esto da a entender que si bien están destinados a vencer, no todos vencerán, sino aquellos que ante cualquier oposición han decidido vencer.

Por la experiencia de la vida y lo que leo en la Palabra he llegado a la conclusión que para ser un cristiano vencedor hay que desarrollar el carácter de un cristiano todo terreno.

Analicemos cada una de estas tres vicisitudes tomando el ejemplo del pueblo de Israel durante el proceso esclavitud, liberación y travesía en el desierto:

1. Tiempo de crisis o pruebas.

Los tiempos de crisis o pruebas sirven para que salgamos de nuestra zona de comodidad y seamos llevados a la zona de crecimiento.

En el proceso de liberación del pueblo de Dios de Egipto y Faraón, Dios envió a Moisés (Éxodo 4) y al este enfrentar a Faraón (5:1) todo se sacudió, originando una crisis entre el pueblo. Me imagino el comentario en el pueblo de Dios: - ¡Para qué fue Moisés a hablar con Faraón!, ¡Ahora las cosas están mucho peor que antes!” –. En Éxodo 5:9 dice que se agravó la servidumbre.

¿Cómo reaccionó el pueblo cuando las cosas se pusieron peor? En 5:21-23 leemos que se quejaron. ¿Qué hizo Dios? En 6:1-8 les reveló su plan libertador para ver si creían y si se tranquilizaban de una vez por todas. ¿Qué hizo el pueblo? “Ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu y de la servidumbre”

Este tiempo de crisis sirvió para que el pueblo conociera su estado o nivel espiritual, su duro corazón, su espíritu quejoso, su falta de confianza en Dios y en la palabra de sus siervos. Ellos estaban demostrando que no eran un pueblo apto para todo terreno.

2. Ataques espirituales.

Éxodo 7:3-5 dice: “3 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. 4 Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. 5 Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.”

Dios quiere ejecutar su juicio contra el diablo utilizando a Su pueblo. Note que Dios llamó a su pueblo “mis ejércitos”. Esto nos enseña que para Dios el Cristiano fiel es el arma mortal contra el enemigo.

Dios quería utilizar a su ejército para:

a) Destruir a Egipto, que representa el sistema anti-Dios;

b) Mostrar su señorío (Éxodo 9:16; 10:1)

c) Despojar al enemigo de lo que le robó a su pueblo:


3. Desierto espiritual.

El desierto fue el paso previo antes de entrar en la tierra prometida. En Éxodo 13:17 leemos que el Señor no llevó a su pueblo por el camino mas corto. ¿Por qué?

Dios no tuvo otra alternativa, pues un niño armado es incapaz de batallar. El pueblo prefería Egipto y el desierto más que la bendición guerreada en la tierra prometida. El pueblo no quería luchar.

En Éxodo 14:1-3 dice: “Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. 3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.” Cuando Dios nos encierra es porque quiere hacer algo y a la vez eliminar nuestras ideas. Dios quería enseñarles una salida sobrenatural, a no depender de sus esfuerzos y ademas saber Quién era el Señor.

¿Puede entender adónde Dios lo quiere llevar a usted con estos ejemplos del pueblo de Dios de la antigüedad? Quizás usted pensó que cuando se convertía se le acababan todos los problemas, que iba andar descansando en una nube rodeado de ángeles adorando al Señor, cuando Dios siempre pensó en hacer de usted, a través de un proceso (generalmente caracterizado por tiempos difíciles), para hacer de usted un cristiano fiel, firme, estable, perseverante, es decir, un cristiano “todo terreno”.

Para ser sinceros, muchos de los que hoy se consideran cristianos o creyentes carecen de una vida de estabilidad, firmeza y perseverancia, especialmente cuando las cosas no salen como ellos esperan. Todavía no han desarrollado la cualidad de ser un cristiano apto para todo terreno. Cuando todo va “viento en popa” ellos parecen creyentes firmes y estables, pero cuando comienzan las pruebas, los problemas, las luchas y los ataques espirituales, sus vidas se desmoronan casi por debajo de la línea de la Gracia y Dios no puede hacer nada a través de ellos.

Por cierto este tipo de Cristianismo de estar un día arriba en la Gloria y otro en el valle de la derrota no es la característica de lo que Dios pretende para sus hijos. Un creyente todo terreno ha desarrollado la estabilidad y permanencia ante cualquier inclemencia.

El pasaje de Filipenses 4:11-13 (uno de los pasajes que todo el mundo saca de su contexto) tiene unos conceptos que pueden ayudarnos a ser lo que Dios quiere que seamos: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

La primera frase que resalta ante mis ojos es “he aprendido a contentarme” (verso 11). El contentamiento es una característica que Dios espera de sus hijos en todo tiempo y más allá del área económica. Lo interesante es que el contentamiento es una cualidad que se puede aprender. ¿Cómo lo aprendemos? Caminando fieles en medio de la adversidad.

1 Timoteo 6:6 dice también que “… gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;” dando a entender que el contentamiento es la corona de la vida piadosa, santa. Uno puede ser piadoso en todos sus caminos y aun así vivir la vida cristiana sin contentamiento.

Podemos definir el contentamiento como “una actitud confiada y tranquila en Dios y sus promesas, lo que produce la certeza interior de seguir amándole, seguir sirviéndole, seguir siéndole fiel, sin reservas ni condiciones, cualquiera sean las circunstancias de la vida y hasta el final de nuestros días”.

Esta virtud es impartida por el Espíritu Santo, pero sólo derramada en las vasijas que voluntariamente y con gratitud siguen haciendo lo que le agrada a Dios en todo tiempo.

No desarrollar esta cualidad de ser un cristiano todo terreno nos impide hacer lo que Dios nos ha encomendado. Cuando hablamos de un cristiano “todo terreno”, estamos hablando de cristianos que pase lo que pase, sea lo que sea, atraviesen lo que atraviesen, ellos continuarán haciendo lo que Dios quiere: Obedecer y servir, servir y obedecer sin pausa.

Pareciera que nuestro cristianismo moderno hubiera inventado una forma de cristianismo muy diferente al de la iglesia primitiva, una forma de vida espiritual poco comprometida y cambiante, una vida de amor sentimental pero carente de compromiso y pacto.

¿Va entendiendo lo que es ser un cristiano “todo terreno”?

El atravesar victoriosamente los tiempos de crisis o pruebas, los ataques espirituales y los desiertos espirituales, formará en nosotros una personalidad, un carácter de Cristiano “todo terreno”, la cual creo fue una de las características de los cristianos de la Iglesia Primitiva y es la característica de los vencedores mencionados en Apocalipsis 12:11 “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 

¡Decídete a ser un cristiano apto para todo terreno!


¡Dios te bendiga!