Si un
creyente anda en mentiras, hurtos, peleas, inmoralidad, exhibicionismo, enseña doctrinas
contrarias a las Escrituras, etc., algunas personas van a mirar ese
comportamiento y su razonamiento será: “Si eso es ser creyente, no gracias.
Mejor me quedo así como estoy, porque yo, sin ser creyente, vivo mejor que él.”
Esto es
ser piedra de tropiezo. El incrédulo ha tropezado en el testimonio de aquel mal
creyente y eso ha dificultado el camino de un posible seguidor de Cristo. Pero
también se puede ser piedra de tropiezo, cuando el creyente hace cosas lícitas,
pero que ofenden a alguien que es débil en cuanto a eso. 1 Corintios 10:23
dice:
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"Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero
no todo edifica."
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En la
libertad que el creyente tiene en Cristo, muchas cosas que no son específicamente
prohibidas en la Biblia son cosas lícitas, es decir cosas que todo creyente
puede hacerlas sin ofender con eso a Dios. Pero no por eso el creyente puede
hacer todo lo que es lícito, porque dice este texto, que existen ciertas cosas
lícitas pero que no son convenientes.
La no
conveniencia es porque no edifican, pero ¿No edifican a quien? No al que las
hace, sino a otras personas que piensan que esa cosa lícita para alguien es
ilícita para ellos. Estas son las personas débiles. El creyente maduro evitará
hacer cosas lícitas que ofenden a algún creyente débil. ¿Pero qué pasa si las
hace de todas maneras? entonces está siendo de tropiezo para el creyente débil.
Por eso es que Pablo aconseja lo siguiente en 1 Corintios 10:32
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"No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de
Dios"
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De modo
que un creyente es piedra de tropiezo cuando peca a vista y paciencia de otros
y atenta contra su buen testimonio o cuando hace cosas aún cuando lícitas pero
que no convienen y lastiman a otras personas, no importa si son creyentes o
incrédulos.
Esto de
ser piedra de tropiezo es algo muy serio, Jesús habló de esto y dejó una severa
advertencia. Mateo 18:6-7 dice:
"Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que
creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de
asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. !!Ay del mundo por los tropiezos! porque es
necesario que vengan tropiezos, pero !!Ay de aquel hombre por quien viene el
tropiezo!"
¿Se da
cuenta?, Jesús mira con celo a todos sus pequeños que creen en él y cuando
alguien les hace tropezar, comete un atentado contra el mismo Jesús. Por eso la
consecuencia es tan trágica como estar en lo profundo del mar con una piedra de
molino atada al cuello. Cuidado con ser piedra de tropiezo para alguien.
¡Dios le bendiga!