Baja autoestima. Ayudas para vencerla.

¿Qué es la baja autoestima?

La baja autoestima es un trastorno del pensamiento basado en que la visión que tiene la persona de sí misma es inadecuada, indigna, no digna de amor, y/o incompetente. A menos que, y hasta que esta visión básica de sí misma se altere, una persona no puede cambiar el pensamiento negativo que controla sus reacciones.

¿Causas comunes?

La autoestima de una persona tiene el potencial de hacer o deshacer su vida personal y profesional. La baja autoestima es el resultado de las incidencias adversas de la niñez que han provocado que una persona se desvalorice así misma y sea indiferente consigo. El resultado final de una baja autoestima por lo general conduce a la degradación de la personalidad robándole la confianza y el pensamiento racional.

Existen varios factores que pueden hacernos tener una baja autoestima. Detectarlos es el primer paso para que nos afecten lo menos posible. Algunos de estos factores son:

§  La gente que nos quiere mal: es verdad que “no hay que vivir” con la opinión de los demás, pero lo cierto es que a todos nos gusta sentirnos queridos y halagados. Sin embargo, hay personas que se rodean de verdaderos ladrones de autoestima que constantemente están haciéndoles reproches, desvalorizaciones y críticas destructivas.

§  Tendencia a las comparaciones: hay personas que no dejan de compararse con otras envidiando lo que son éstas y no pensando qué pueden hacer de forma constructiva por sí mismas. Este hecho hace que su autoestima baje generando unos importantes niveles de frustración.

§  Las críticas destructivas: estar rodeado de gente que no nos ayuda a crecer hace que nos sintamos mal y nuestra autoestima empeore. Es importante rechazar y no atender a las críticas destructivas (aquellas que no nos aportan, sino que sólo nos hacen sentir mal), y sí atender a las críticas constructivas (aquellas que, por poco que me gusten, me dicen qué he hecho supuestamente mal ayudándome a mejorar). Ten claro que tú puedes enseñar a la gente a tratarte de una forma determinada.

§  Sufrir discriminación (por discapacidad, apariencia, estatus social o cualquier otra circunstancia).

§  Padecer enfermedades que condicionen sus actividades cotidianas o impacten en su calidad de vida.

§  Sufrir por exclusión social. El no contar con las facilidades económicas que otros tienen hace que algunas personas se auto descalifiquen y se aíslen.

Síntomas ¿Qué siente una persona con baja autoestima?

Una vez que se forma la baja autoestima, el temor y ansiedad que la acompañan afecta todo lo que la persona hace, dice y piensa.

Muchos de los que tienen baja autoestima evitan buscar un nuevo trabajo, iniciar relaciones o aprender nuevas habilidades por miedo al rechazo o al fracaso. Muchos evitan situaciones sociales y se abstienen de compartir sus opiniones por las mismas razones. Es común ver personas que tienen una idea genial o que ven que algo está mal pero no lo dicen, y cuando alguien más toma la iniciativa de decirlo entonces ellos dicen algo como esto:

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“Eso mismo digo yo, por fin alguien más lo dijo”,

O, “hasta que por fin alguien dijo lo que yo pienso”.

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Algunos se aíslan, se convierten en complacientes con los demás, y permanecen pasivos. Otros se vuelven agresivos y provocan caos en sus relaciones. Todas las personas con baja autoestima sabotean sus vidas en alguna medida.

Algunos se convierten en personas que no exceden las expectativas, logrando mucho menos de lo que son capaces porque están paralizados por el miedo. A veces por querer probarse adecuados se convierten en adictas al trabajo, a veces en detrimento de sus familias, creando problemas en las relaciones.

No necesariamente se puede saber que una persona tiene baja autoestima porque muchos que la sufren se convierten en expertos en esconder sus sentimientos y mantener una apariencia de control, aunque esto no sea lo que sienten internamente. De hecho, muchas personas exitosas en carreras profesionales importantes en realidad sufren de baja autoestima, aunque sólo quienes son cercanos a ellas saben que tienen baja autoestima.

Cuando las personas con baja autoestima hacen algo que perciben como estúpido o inapropiado, inmediatamente se sienten humilladas y sufren de “ataques de autoestima”. En esos momentos desean con desesperación huir y esconderse, aunque a menudo no sea posible. Pueden hundirse en la depresión, episodios que pueden durar minutos, horas, días o incluso semanas. Luego se sienten incluso más avergonzadas para enfrentar a la gente que creen que saben de su problema.

Te invito a leer nuestro artículo: Depresión en jóvenes cristianos (Causas y soluciones)

Señales de baja autoestima:

§  Trastornos de alimentación. Comer demasiado con tal de aumentar de peso o comer muy poco para adelgazar. Todo con el fin de ser aceptados por los demás.

§  Violencia. Se ha demostrado que muchos de estos comportamientos son por una baja autoestima transformada en furia.

§  Conductas adictivas. Adictos al trabajo, estudio, etc. Con el fin de esconderse de su realidad.

§  Problemas de relación. Con el fin de no ser rechazados se comportan muy absorbentes o muy alejados.

§  Trastornos de ansiedad social. Sienten miedo y evitan situaciones en las cuales puedan ser juzgadas por los demás

§  Problemas de comunicación. Temen expresar sus ideas o aceptan las ideas de los demás aunque piensen lo contrario, todo por miedo a ser rechazados.

¿Qué Enseña La Biblia al respecto?

La Biblia nos dice que Dios nos dio el valor cuando nos compró para que fuésemos Su propio pueblo (Efesios 1:14). Cuando tenemos una sana autoestima, nos valoraremos lo suficiente como para no involucrarnos en la esclavitud del pecado. Por lo que debemos evitar tanto el creernos más de lo que somos o muy poco. Romanos 12:3 nos advierte, “…a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”

Observemos el pasaje de Mateo 22:36-40

Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. – 

Mateo 22:36-40

Para los propósitos de nuestro tema, el verso más importante es Mateo 22:39b: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Este es probablemente el verso más citado por los defensores de la enseñanza de la autoestima. Algunos estudiosos le llaman una “orden de amarse a usted mismo”.

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La autoestima es así el prerequisito y el criterio para nuestra conducta hacia nuestro prójimo. Cuando tenemos un concepto muy alto de nosotros veremos a los demás como menos que nosotros, pero cuando tenemos un concepto de nosotros muy bajo nos creeremos que los demás son mejores que nosotros y nos aislaremos.

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¡Esa es una declaración asombrosa! ¡No nos dice sólo que Jesús nos ordenó amarnos a nosotros mismos, sino que no podemos amar a nuestro prójimo correctamente a menos que primero aprendamos a amarnos a nosotros mismos porque el criterio, o estándar, por el que determinamos decidir cómo amar al prójimo es cómo nos amamos a nosotros mismos!

Consejos para evitar la baja autoestima 
(Imprime estos puntos y ponlos en tu habitación donde lo puedas ver, a fin de recordarlo cada día)

§  No te compares con los demás ni te sientas inferior a ellos. Hay psicólogos que sugieren que este hábito es común en las personas con baja autoestima. Céntrate en cómo mejorar tu vida sin tomar como medida la de otros.

§  No confundas autoestima con arrogancia. La arrogancia consiste en creerse mejor que los demás.

§  Conoce bien tus puntos fuertes, así como los débiles. Y, si en algún momento tienes que pedir ayuda, hazlo.

§  Sé optimista. Deja de decirte a ti mismo lo difícil que es tu vida. Nadie dice que sea fácil. Céntrate en luchar y mejorar lo que esté en tu mano.

§  Di que no cuando sea necesario. No hagas cosas que no quieres solo por sentirte aceptado/a.

§  Acepta los cumplidos que te hagan.

§  Diviértete. Además de pasarlo bien, reforzarás tu sistema inmunitario.

§  Exprésate. No te guardes dentro los pensamientos negativos.

§  Aléjate de aquellos que te ponen el pie encima. Hay personas que también tienen baja estima y se rodean de personas en peores condiciones y se auto titulan líderes para sentirse bien.

§  Dale una patada al perfeccionismo, a no ser que quieras ganar un Premio Nobel. Algunas personas nunca están satisfechos con lo que hacen.

§  Reconoce tus logros, valóralos incluso si son pequeños. Está muy bien que éstos sean reconocidos por los demás, pero primero tienes que reconocerlos tú y decirte a ti mismo lo bien que lo has hecho.

§  Perdónate, aprende de tus errores. Todos nos equivocamos.

§  Modera tu autocrítica. Acéptate como eres, habrá cosas que puedas mejorar y cosas que no.

§  Deja ir el pasado. Por ejemplo: ¿Se reían de ti cuando eras pequeño/a? De adulto no tienes que seguir cargando con eso.

Finalmente, Si es tu deseo romper con esa situación que tanto te ha afectado te invito a buscar la ayuda de Dios en oración, si no sabes cómo hacerlo te dejaré una como guía y te aseguro que si lo haces de corazón vas a sentirte aliviado/a y notarás los cambios en los próximos días.

Ora estas palabras

“Padre nuestro que estás en el cielo, a veces pienso que no valgo para nada, que no hago nada bien, que nada de lo que hago es suficientemente bueno. Ayúdame a entender que cuando ves quien soy, y lo que puedo llegar a ser… ¡ves a Jesús! ¡Y Él es suficientemente bueno!

Ayúdame a entender cada día que Él derramó su sangre preciosa para cubrir mi indignidad, pagó el precio de cada pecado que yo he cometido, Él me está perfeccionando cada día, soy justificado/a en Cristo, Él está intercediendo por mí en este mismo momento, Él me ha limpiado totalmente y me ha hecho completo, Su amor por mí es eterno y garantizado.

Creo en este mismo momento que el Señor me libera de todo sentimiento de baja autoestima y me da la oportunidad ahora de vivir una vida abundante en Cristo Jesús, yo lo creo en el nombre de Jesús Amen!!”

Espero de todo corazón que esta reflexión te haya ayudado y que hayas hecho esta oración a Dios. ¡Sé que estarás bien!

Por: Jorge Ogando

¡Dios te bendiga!