domingo, 7 de agosto de 2016

El mensaje a las 7 iglesias, un mensaje para nuestros tiempos: Iglesia de Sardis



Esta semana estaremos finalizando esta serie reflexiones sobre el mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a las 7 iglesias de Asia menor; ha sido fascinante ver cómo nos habla a nuestras vidas, pareciera que están dirigidas directamente a nosotros ¿y por qué no? de todos modos la biblia es palabra viva y eficaz (Hebreos 4:12) de modo que sin duda fuimos tomados en cuenta en el momento en que fueron escritas estas cartas, ¡Tienen tu nombre y el mío!.

Es el momento de ver qué nos dice el Señor a través de el mensaje a la iglesia de Sardis. Veamos:

Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto: "...Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives y estás muerto. Sé vigilante y afirma las otras cosas que están para morir...porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre de ti como un ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras...y andarán conmigo en vestiduras, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias..."


Elogio: Personas conscientes de lo que es la imagen pública, pero cuyas acciones no se equiparaban con su reputación. Solo unos pocos habían mantenido la fe andando con sus vestidos sin mancha.
Sobrenombre: La Iglesia Muerta.
Crítica: Tienes nombre de que vives... pero estás muerto.
Riesgo: Se le invita a velar "pues si no velas..." La venida de Cristo les sorprendería como el ladrón que nos sorprende en la noche porque no se le espera. El hecho de que no velasen no impediría la venida del Señor, pero si velaban podrían evitar que los sorprendiese como un ladrón. El día del Señor sorprenderá a quienes no velan. ”Mas vosotros, hermanos —dice Pablo—no estáis en tinieblas, para que aquél día os sorprenda como ladrón."(1 Tesalonicenses 5:4)
Instrucción: Guarda lo que has oído y recibido; Arrepiéntete y Fortalece lo que queda.
Premio: Los fieles de la iglesia serán honrados y vestidos de blanco.

Una apariencia carente de auténtica vida

El nombre de Sardis se deriva de la palabra hebrea sari que significa: 'lo que queda' ó 'el remanente'. La iglesia de Sardis era una iglesia muerta en la antigua capital del Reino de Lidia. Anteriormente muy favorecida en riqueza, ahora representaba una ciudad en decadencia, con lujos, apatía y religiosidad licenciosa.

Cristo NO elogia esta iglesia, sino que además de señalar que solo unos cuantos no han seguido al resto del grupo en su pecado (v.4), la critica duramente. El Hijo de Dios se identifica como «el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas». Como se puede observar en Apocalipsis 1:4, esta frase describe al Espíritu Santo, señalando sus diversas manifestaciones y actividades. De modo que vemos que la manifestación del Espíritu Santo es lo que le estaba faltando a la iglesia de Sardis. La referencia a las estrellas parece implicar que el líder de esta iglesia sería la persona clave que debía ser lleno del Espíritu y guiar a su congregación a recobrar vida.

¿Cual es lo catastrófico en la Iglesia de Sardis?

Definitivamente: ¡Sus obras muertas! las cuales también habían en Tiatira. La más corta definición de obra muerta es: ¡Una apariencia carente de vida! Parece haber algo pero en realidad no hay nada. Sardis tiene un Salvador teórico, pero carece de un Señor Real, pues de otra manera su apabullado estado sería distinto. Esta iglesia en contraste con otras, no es molestada por el diablo, Satanás no se menciona aquí. No hay ninguna falsa doctrina, ningún movimiento carente de sobriedad, ni tampoco falsos profetas, ningún sufrimiento ni tribulación. La razón es que la iglesia de Sardis está muerta: "...pues tienes nombre de que vives pero estás muerto..."(v.1). Sardis gozaba de una buena reputación, exteriormente se veía viva, pero a los ojos del Señor estaba muerta, por dos razones:

Por carecer del espíritu vivificante del Espíritu Santo.
Por pretender tener algo que en realidad no tiene.

La Iglesia del siglo XXI curiosamente ha ubicado a todos como cristianos—sí, así es, aquí en nuestro mundo occidental cristianizado— No hay ningún empacho por aceptar a cualquier artista de la farándula hollywoodense, como cristiano; no importa si se le mira o no la transformación de una nueva criatura, no importa si sigue recibiendo la gloria del mundo y a la vez se auto considera seguidor de Jesús. Tal vez esta sea la razón para entender lo que significa 'cristiano de nombre'; es decir, cristianos tipo Sardis. Tu le preguntas a alguno de ellos: ¿es Ud. cristiano? y responden de lo más variado: "Ah sí...yo voy a la iglesia... Sí yo soy cristiano...ya me bauticé...llevo una vida recta...y también oro. Sin embargo, todas estas respuestas prueban, en última instancia, que esta persona es tan solamente un 'cristiano de nombre'. Le falta lo más importante LA VIDA DE DIOS. Esa es la opinión de Dios para un cristiano tipo 'Sardis': "...tienes nombre de que vives...pero tú estás muerto..." ¡Que triste para la iglesia de hoy día, una iglesia viva que escapó del mundo, pero sólo en apariencia!

Todo aquel cristiano que ha renacido a una esperanza viva que pertenece a la iglesia de Jesús, es llamado a manifestar vida. Pero en muchos de nosotros, nuestro verdadero estado práctico, constituye un contraste con el verdadero carácter de la vida. Mucha gente se verán confundidas por nuestro carácter, porque no reflejamos la mansedumbre, la humildad y la claridad del Señor Jesús, sino nuestro yo, que siempre quiere tener la razón porque es egoísta, ambicioso y orgulloso. Obviamente los cristianos tipo 'Sardis' no se dan cuenta de la gran mentira e hipocresía que hay en su vida. La iglesia de Sardis no tenía vida, estaba muerta. 

En el v.2 Cristo agrega: "no he hallado sus obras perfectas..." es decir, no eran obras 'dignas'. Delante de los hombres, tenían actividades y cualidades. Delante de Dios, no cumplían su voluntad. En Sardis, cumplían con las actividades normales y las costumbres cristianas pero no se esforzaban para crecer hacia la imagen de Cristo, no proyectaron un amor genuino hacia los que necesitaban a Cristo y no compartían su fe.

La Exhortación.
Podemos distinguir tres partes de la exhortación de Jesús.

Primero, "despiértate y refuerza las cosas que todavía quedan pero que están a punto de morir". Había todavía algunos aspectos de su vida y ministerio que eran reales. Estaban a punto de morir pero con vigilancia era posible conservarlos todavía. Dos veces Cristo habla de despertar. Estaban dormidos. Había que despertarse al peligro por causa del Reino, tomar acción inmediata y reforzar las cosas débiles.

En segundo lugar, habían de recordar — como la iglesia en Éfeso — Dios usa la memoria, aquellos recuerdos de lo que antes éramos sin Cristo, luego entonces el primer amor y el fervor de nuestra fe del apoyo de Dios en las aflicciones y de las manifestaciones del poder de Dios. Esta iglesia necesitaba recordar lo que había recibido y oído —el evangelio de la gracia de Dios, la enseñanza de los apóstoles, las exhortaciones de vivir en santidad y los altos privilegios de ser hijo de Dios. En el v.1, Cristo habló del Espíritu Santo (Juan 14:17; Hechos 2:38; 19:2; Romanos 8:9, 1 Corintios 6:19) La llenura del Espíritu de nuevo daría vida a esta iglesia para que tenga la realidad de un caminar constante en la voluntad de Dios. Las iglesias han de conservar la enseñanza, la santidad y el dominio del Espíritu.

La tercera instrucción: vuélvete a Dios. Han de cambiar su mentalidad y su rumbo. Han de reconocer que están muertos, dormidos y manchados del pecado, confesar su negligencia y su desobediencia y corregir su dirección. No hay crecimiento espiritual sin que haya un reconocimiento honesto del pecado y un profundo arrepentimiento.

El desafío.

El v.3 advierte que, si no cambian, Jesucristo llegará a Sardis sorpresivamente para disciplinar la iglesia. Cristo dice de los que no habían cedido a la desobediencia:" andarán conmigo en vestiduras blancas... porque se lo merecen...". En Sardis conocido por la industria de lana, los que tenían vestiduras sucias perdían su lugar en la lista de ciudadanos. En tiempos antiguos, los que se acercaban a los templos paganos para participar en los ritos tenían que tener ropa limpia. Para el cristiano, las vestiduras blancas significan la justicia que han recibido de Dios por la muerte de Cristo (2 Corintios 5:21). 

Al vencedor Jesús promete tres bendiciones: 

Primero, serán así "vestidos de blanco", la justicia de Dios que los hace aceptados por él. 

En segundo lugar, Cristo promete: "...no borraré sus nombres del libro de la vida, sino que los reconoceré delante de mi Padre y delante de sus ángeles...". Nosotros podemos confiar en nuestra Salvación. 

La tercera bendición, es que Cristo confesará el nombre del vencedor delante del Padre y de sus ángeles (Mateo 10:32; Lucas 12:8-9). 

Dios valora las acciones más que las palabras y que las apariencias. Busca personas que se activan y hacen cosas en nombre del reino de su amado hijo. El busca a aquellos que se han vestido de ropas blancas y limpias de la misericordia, la compasión, la verdad y la paciencia. 

¿Estás vistiéndote con estas vestiduras? Se vigilante...afirma las cosas que están para morir...acuérdate pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo... Arrepiéntete! ¡Vigilad! 


¡Dios te bendiga!