Esta semana estaremos finalizando esta serie reflexiones sobre el mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a las 7 iglesias de Asia menor; ha sido fascinante ver cómo nos habla a nuestras vidas, pareciera que están dirigidas directamente a nosotros ¿y por qué no? de todos modos la biblia es palabra viva y eficaz (Hebreos 4:12) de modo que sin duda fuimos tomados en cuenta en el momento en que fueron escritas estas cartas, ¡Tienen tu nombre y el mío!.
Es el momento de ver qué nos dice el Señor a través de el mensaje a la iglesia de Sardis. Veamos:
Escribe
al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios y
las siete estrellas, dice esto: "...Yo conozco tus obras, que tienes
nombre de que vives y estás muerto. Sé vigilante y afirma las otras cosas que
están para morir...porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo y arrepiéntete. Pues
si no velas, vendré sobre de ti como un ladrón y no sabrás a qué hora vendré
sobre ti. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus
vestiduras...y andarán conmigo en vestiduras, porque son dignas. El que
venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
de la vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias..."
Elogio: Personas
conscientes de lo que es la imagen pública, pero cuyas acciones no se
equiparaban con su reputación. Solo unos pocos habían mantenido la fe andando
con sus vestidos sin mancha.
Sobrenombre: La
Iglesia Muerta.
Crítica: Tienes nombre
de que vives... pero estás muerto.
Riesgo: Se le invita a velar "pues si no velas..." La venida de Cristo les sorprendería
como el ladrón que nos sorprende en la noche porque no se le espera. El hecho
de que no velasen no impediría la venida del Señor, pero si velaban podrían
evitar que los sorprendiese como un ladrón. El día del Señor sorprenderá a
quienes no velan. ”Mas vosotros, hermanos —dice Pablo—no estáis en tinieblas,
para que aquél día os sorprenda como ladrón."(1 Tesalonicenses 5:4)
Instrucción: Guarda lo que
has oído y recibido; Arrepiéntete y Fortalece lo que queda.
Premio: Los
fieles de la iglesia serán honrados y vestidos de blanco.
Una apariencia carente de auténtica vida
El nombre de Sardis se deriva de
la palabra hebrea sari que significa: 'lo que queda' ó 'el remanente'. La
iglesia de Sardis era una iglesia muerta en la antigua capital del Reino de
Lidia. Anteriormente muy favorecida en riqueza, ahora representaba una ciudad
en decadencia, con lujos, apatía y religiosidad licenciosa.
Cristo NO elogia esta iglesia,
sino que además de señalar que solo unos cuantos no han seguido al resto del
grupo en su pecado (v.4), la critica duramente. El Hijo de Dios se identifica
como «el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas». Como se
puede observar en Apocalipsis 1:4, esta frase describe al Espíritu Santo,
señalando sus diversas manifestaciones y actividades. De modo que vemos que la
manifestación del Espíritu Santo es lo que le estaba faltando a la iglesia de
Sardis. La referencia a las estrellas parece implicar que el líder de esta
iglesia sería la persona clave que debía ser lleno del Espíritu y guiar a su
congregación a recobrar vida.
¿Cual es lo catastrófico en la Iglesia de Sardis?
Definitivamente: ¡Sus obras
muertas! las cuales también habían en Tiatira. La más corta definición de obra
muerta es: ¡Una apariencia carente de vida! Parece haber algo pero en realidad
no hay nada. Sardis tiene un Salvador teórico, pero carece de un Señor Real,
pues de otra manera su apabullado estado sería distinto. Esta iglesia en
contraste con otras, no es molestada por el diablo, Satanás no se menciona
aquí. No hay ninguna falsa doctrina, ningún movimiento carente de sobriedad, ni
tampoco falsos profetas, ningún sufrimiento ni tribulación. La razón es que la
iglesia de Sardis está muerta: "...pues tienes nombre de que vives pero
estás muerto..."(v.1). Sardis gozaba de una buena reputación,
exteriormente se veía viva, pero a los ojos del Señor estaba muerta, por dos
razones:
Por carecer del espíritu
vivificante del Espíritu Santo.
Por pretender tener algo que en
realidad no tiene.
La Iglesia del siglo XXI
curiosamente ha ubicado a todos como cristianos—sí, así es, aquí en nuestro
mundo occidental cristianizado— No hay ningún empacho por aceptar a cualquier
artista de la farándula hollywoodense, como cristiano; no importa si se le mira
o no la transformación de una nueva criatura, no importa si sigue recibiendo la
gloria del mundo y a la vez se auto considera seguidor de Jesús. Tal vez esta
sea la razón para entender lo que significa 'cristiano de nombre'; es decir,
cristianos tipo Sardis. Tu le preguntas a alguno de ellos: ¿es Ud. cristiano? y
responden de lo más variado: "Ah sí...yo voy a la iglesia... Sí yo soy
cristiano...ya me bauticé...llevo una vida recta...y también oro. Sin embargo,
todas estas respuestas prueban, en última instancia, que esta persona es tan
solamente un 'cristiano de nombre'. Le falta lo más importante LA VIDA DE DIOS.
Esa es la opinión de Dios para un cristiano tipo 'Sardis': "...tienes
nombre de que vives...pero tú estás muerto..." ¡Que triste para la iglesia
de hoy día, una iglesia viva que escapó del mundo, pero sólo en apariencia!
Todo aquel cristiano que ha
renacido a una esperanza viva que pertenece a la iglesia de Jesús, es llamado a
manifestar vida. Pero en muchos de nosotros, nuestro verdadero estado práctico,
constituye un contraste con el verdadero carácter de la vida. Mucha gente se verán confundidas
por nuestro carácter, porque no reflejamos la mansedumbre, la humildad y la
claridad del Señor Jesús, sino nuestro yo, que siempre quiere tener la razón
porque es egoísta, ambicioso y orgulloso. Obviamente los cristianos tipo
'Sardis' no se dan cuenta de la gran mentira e hipocresía que hay en su vida.
La iglesia de Sardis no tenía vida, estaba muerta.
En el v.2 Cristo agrega:
"no he hallado sus obras perfectas..." es decir, no eran obras
'dignas'. Delante de los hombres, tenían actividades y cualidades. Delante de
Dios, no cumplían su voluntad. En Sardis, cumplían con las actividades normales
y las costumbres cristianas pero no se esforzaban para crecer hacia la imagen
de Cristo, no proyectaron un amor genuino hacia los que necesitaban a Cristo y
no compartían su fe.
La Exhortación.
Podemos distinguir tres partes de
la exhortación de Jesús.
Primero, "despiértate y
refuerza las cosas que todavía quedan pero que están a punto de morir".
Había todavía algunos aspectos de su vida y ministerio que eran reales. Estaban
a punto de morir pero con vigilancia era posible conservarlos todavía. Dos
veces Cristo habla de despertar. Estaban dormidos. Había que despertarse al
peligro por causa del Reino, tomar acción inmediata y reforzar las cosas
débiles.
En segundo lugar, habían de
recordar — como la iglesia en Éfeso — Dios usa la memoria, aquellos recuerdos de
lo que antes éramos sin Cristo, luego entonces el primer amor y el fervor de
nuestra fe del apoyo de Dios en las aflicciones y de las manifestaciones del
poder de Dios. Esta iglesia necesitaba recordar lo que había recibido y oído
—el evangelio de la gracia de Dios, la enseñanza de los apóstoles, las
exhortaciones de vivir en santidad y los altos privilegios de ser hijo de Dios.
En el v.1, Cristo habló del Espíritu Santo (Juan 14:17; Hechos 2:38;
19:2; Romanos 8:9, 1 Corintios 6:19) La llenura del Espíritu de nuevo daría
vida a esta iglesia para que tenga la realidad de un caminar constante en la
voluntad de Dios. Las iglesias han de conservar la enseñanza, la santidad y el
dominio del Espíritu.
La tercera instrucción: vuélvete a
Dios. Han de cambiar su mentalidad y su rumbo. Han de reconocer que están
muertos, dormidos y manchados del pecado, confesar su negligencia y su
desobediencia y corregir su dirección. No hay crecimiento espiritual sin que
haya un reconocimiento honesto del pecado y un profundo arrepentimiento.
El desafío.
El v.3 advierte que, si no
cambian, Jesucristo llegará a Sardis sorpresivamente para disciplinar la
iglesia. Cristo dice de los que no habían cedido a la desobediencia:"
andarán conmigo en vestiduras blancas... porque se lo merecen...". En
Sardis conocido por la industria de lana, los que tenían vestiduras sucias
perdían su lugar en la lista de ciudadanos. En tiempos antiguos, los que se
acercaban a los templos paganos para participar en los ritos tenían que tener
ropa limpia. Para el cristiano, las vestiduras blancas significan la justicia
que han recibido de Dios por la muerte de Cristo (2 Corintios 5:21).
Al
vencedor Jesús promete tres bendiciones:
Primero, serán así "vestidos de
blanco", la justicia de Dios que los hace aceptados por él.
En segundo
lugar, Cristo promete: "...no borraré sus nombres del libro de la vida,
sino que los reconoceré delante de mi Padre y delante de sus ángeles...".
Nosotros podemos confiar en nuestra Salvación.
La tercera bendición, es que Cristo confesará
el nombre del vencedor delante del Padre y de sus ángeles (Mateo 10:32; Lucas 12:8-9).
Dios valora las acciones más que
las palabras y que las apariencias. Busca personas que se activan y hacen cosas
en nombre del reino de su amado hijo. El busca a aquellos que se han vestido de
ropas blancas y limpias de la misericordia, la compasión, la verdad y la
paciencia.
¿Estás vistiéndote con estas vestiduras? Se vigilante...afirma las
cosas que están para morir...acuérdate pues, de lo que has recibido y oído; y
guárdalo... Arrepiéntete! ¡Vigilad!
¡Dios te bendiga!