Frecuentemente
en las redes sociales vemos publicaciones acerca de Cristo donde se muestra una supuesta imagen de Él, de hecho, hay decenas de imágenes así. Y esto ha repercutido
tanto en la mente de las personas que algunos hasta llegan a decirle a otros
que “se parecen un poco a Jesús”, refiriéndose a su físico; ya sea por la barba
que lleva esa persona o por su contextura facial. Incluso, he escuchado que existen testimonios de personas que dicen haber visto a Cristo.
Pero
¿Qué tanto tienen que ver estas imágenes con la apariencia real de Jesucristo?
¿Será que esos actores de Hollywood que interpretan a Cristo realmente se
parecen a Él? ¿De dónde se origina la creencia de la apariencia del Hijo
unigénito del Dios Todopoderoso? Veamos:
Un
investigador tomó muestras de algunos cráneos del área geográfica y época de
Jesús para recrear el rostro típico de un residente de esa región y tener una
idea de cómo pudo haber lucido el Maestro.
La
mayoría de las personas se imagina a un Jesús alto, de tez clara y pelo rubio
largo y lacio. Esa misma imagen fue inculcada por pintores famosos como
Leonardo Da Vinci y Diego Velázquez. Pero, ¿cómo era realmente Jesús? Para
tener una idea de cómo era, no podemos fiarnos de las pinturas de estos
pintores famosos, pues el Jesús que pintan en los cuadros fue un rostro de otra
persona que escogieron como modelo para pintarlo. Por ejemplo, en el cuadro de
la última cena de Da Vinci, todas las figuras de los discípulos y de Jesús
fueron hechas a partir de personas reales que vivían en la época que se pintó
el cuadro.
Por lo tanto, no creo que sería sabio que para referirnos a nuestro Salvador usemos imágenes que al fin y al cabo son de personas contemporáneas con nosotros, y en la mayoría de los casos personas que nada tienen que ver con el cristianismo.
Ahora bien, ¿Qué dice la biblia sobre su apariencia? ¿Jesús
tenía hermosura?
Basados en Isaías 53:2, algunas personas opinan que no era hermoso. Veamos qué dice ese texto: "Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay
parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos".
Esto es algo que parece contradecir a Salmos 45:2 "Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; La gracia se derramó
en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre".
Pero
esta aparente contradicción queda resuelta cuando nos metemos en el contexto de
Isaías 53; allí se habla de los sufrimientos del Siervo de Jehová. De hecho, es
en Isaías 52:13 donde se comienza a hablar de este tema y hay un verso que nos
llama mucho la atención: Como se
asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su
parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, Isaías 52:14
Según
podemos interpretar con estos textos, Jesús sí tenía buen parecer y hermosura,
pero fueron quebrantadas cuando lo azotaron y crucificaron. De eso es que nos
habla Isaías 53:2 cuando nos dice “Subirá cual
renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni
hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”. Del Cristo
que nos habla Isaías es un Cristo azotado y herido.
¿Por
qué Judas tuvo que besar a Jesús para que los que lo iban a capturar sepan que
era él?
Mientras todavía hablaba, vino Judas,
uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los
principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. Y el que le entregaba les
había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle. Mateo 26: 47-48
Hay
quienes sostienen que Jesús se parecía a cualquiera de los otros hombres de la
época por el hecho de que Judas tuvo que besarlo para que los que lo iban a
capturar lo identificaran. ¿En realidad era este el caso? Recordemos que Jesús
era un personaje muy famoso, no creemos que él fuera tan parecido a los demás
que había necesidad de que un conocido tenga que señalarlo para saber cuál era
él.
La
razón más lógica por la cual Judas tuvo que besarlo para que los captores
supieran cuál era Jesús es que era de noche. Poco antes de que lo capturaran,
Jesús se había apartado a orar y había encontrado a los discípulos durmiendo
dos veces:
Vino otra vez y los halló durmiendo,
porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de
nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus
discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el
Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se
acerca el que me entrega. Mateo 26:43-46
Los
ojos de los discípulos estaban cargados de sueño. La segunda vez que Jesús
encuentra los discípulos durmiendo les dice “Dormid ya, y descansad” y más
adelante los despierta diciendo “Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me
entrega.”. Evidentemente era de noche cuando iban a entregar al Maestro, y es
muy probable que haya sido a una hora un poco tarde de la noche, ya que los
discípulos estaban rendidos de sueño y la última vez que Jesús los encontró
durmiendo les dijo que ya descansaran. Y aquí es donde podemos sacar una
conclusión de por qué Judas tuvo que besar al Maestro: Recordemos que en esos
tiempos no había energía eléctrica. Todo estaba oscuro. Era difícil identificar
rostros. Judas tuvo que acercarse a ellos y mirar sus rostros. El beso era la
señal de que ese era el Maestro. Sea feo, bonito, igual o no fuera parecido a
los otros, Judas tuvo que buscar una forma de señalarlo porque en la oscuridad
se hacía difícil identificar a una persona:
Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve,
Maestro! Y le besó. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se
acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. Mateo 26:49-50
Descripción
de Jesús en Apocalipsis
Su cabeza y sus cabellos eran blancos
como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies
semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como
estruendo de muchas aguas. Apocalipsis 1:14-15
Ya
aquí se está hablando de Jesucristo con un cuerpo glorificado. Ya aquí él no
tiene la apariencia que tuvo de hombre. No tiene una hermosura terrenal, sino
una hermosura que sobrepasa todo pensamiento humano. Por algo el Apóstol Juan,
que lo vio como hombre, cayó como muerto al verlo con un cuerpo que sobrepasaba
la hermosura humana que Juan estaba acostumbrado a ver.
Si alguien quiere tener un buen recuerdo de la apariencia de una persona, de poco le sirve una fotografía antigua, de como fue en algún momento de su vida; lo correcto sería una foto reciente. Y la descripción más reciente acerca de Jesucristo está en el libro de Apocalipsis. No creo que Hollywood nos pueda decir cómo es.
Es nuestra intención hacer que creemos conciencia a la hora de publicar una supuesta imagen de Cristo. Actuemos con sabiduría y no por moda o por tendencia. No sigamos propagando imágenes falsas sobre nuestro Salvador, haciendo con esto que mentes débiles tengan un concepto errado de Él.
Mis amados hermanos, ¡actuemos con sabiduría!
¡Dios
les bendiga!