A ti que estás
atribulado/a por tantas cosas que escasean en tu casa y en tu vida,
porque el alto precio de las consultas y recetas médicas te impiden
llevar tus hijos al doctor, porque los meses de renta se acumulan y
ya no sabes qué excusa decir cuando el dueño de la casa va a cobrar.
A ti que has llevado curriculum a media ciudad y miras el teléfono a
cada minuto esperando un "Venga para una entrevista laboral".
A ti que estás viviendo en una relación que ha sido todo lo contrario a lo que esperabas y sientes que estás en una prisión.
Sé que estás en medio de una tormenta. He vivido muchas de esas
etapas. Por ello lo único que te puedo decir es que tengas paz, que
descanses en Dios.
No pretendo hablarte mucho más, sólo te dejaré
estos dos textos y esta imagen para que medites en ellos. Dios te puede
hablar hoy.
Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y él hará. Salmo 37:5
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el
mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33
¡Dios te bendiga!
