miércoles, 12 de agosto de 2015

¿Sigues los planes de Dios o los tuyos?


El Señor afirma: «¡Ay de los hijos rebeldes, que hacen planes sin contar conmigo y preparan proyectos que yo no les inspiro, de manera que amontonan pecado sobre pecado!
Isaías 30:1 DHH

El Señor dice: «Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo. » Pero bendito el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. 
Jeremías 17:5, 7 DHH


¿Acaso no fueron mis manos las que hicieron el cielo y la tierra?” . »¡Pueblo terco! Ustedes son paganos de corazón y sordos a la verdad. ¿Se resistirán para siempre al Espíritu Santo? Eso es lo que hicieron sus antepasados, ¡y ustedes también! 
Hechos 7:50-51 NTV

Pero eres terco y te niegas a arrepentirte y abandonar tu pecado, por eso vas acumulando un castigo terrible para ti mismo. Pues se acerca el día de la ira, en el cual se manifestará el justo juicio de Dios. Él juzgará a cada uno según lo que haya hecho. Dará vida eterna a los que siguen haciendo el bien, pues de esa manera demuestran que buscan la gloria, el honor y la inmortalidad que Dios ofrece. 
Romanos 2:5-7 NTV

Nadie sabe cuándo puede ser su último instante para tomar la decisión más importante de su vida; amar a Dios, seguir Sus planes, corresponder a su amor, abrirle las puertas de su corazón, invitarlo a pasar, a sentar, a quedarse y a vivir. Por lo mismo es bueno que demos importancia a lo más importante.

El amor de Dios está a la puerta, y no se tú, pero saber esta verdad me hacer sentir amado, me hace querer tener no solo la puerta de mi corazón abierta, sino también las ventanas y todo lo que aparezca para que el Espíritu Santo de Dios entre a morar, pero no en un fragmento, más bien en todo el espacio de mi vida.

Me lleva a anhelar amarlo como él me ama aunque nunca llegue a superarlo y dejar la vida en el intento. Me reta amar lo que él ama porque quiero agradarle, que cuando me mire vea a una ayuda idónea. Me hace tratar de dar la medida adecuada para que Él, el Dios de los cielos, al verme pueda decir: "tengo en él complacencia".

Tú rebeldía no es con tus padres, ni con la iglesia, ni con pastores, hermanos, abuelos, amigos... Tú rebeldía es contra Dios. Y bueno, dime tu, ¿merece alguien que te ha hecho tanto bien ser tratado con desprecio? ¿te revelarías contra alguien que cuando tuvo que arriesgar su vida por la tuya no puso peros?...

Cristo, quiere darte libertad, salvación, vida eterna. Y lo triste es que porque estás en una jaula grande y amplia te sientes libre. Es penoso que aún abriéndote las puertas de la jaula escojas vivir allí, muy vergonzoso que te hayas encariñado del verdugo, cuando hay una vida eterna con Dios que te espera, cuando hay fuentes de agua que saltan para vida eterna esperando por ti, cuando hay un caballero que sabiendo que no lo escogerías a Él como primera opción, dijo: Yo voy, yo me sacrificó, yo pondré mi vida por la suya para que el/ella tenga vida eterna, sí, ésa misma vida eterna que rechazas.

Nadie que confíe en ti será jamás avergonzado...
Salmos 25:3a  (NTV)

¿Quién eres tú un hijo rebelde o de los que siguen el bien?

¡Dios te bendiga!


Por Isuane Mark