domingo, 20 de marzo de 2016

5 Formas para Conocer la Voluntad de Dios. (Los Semáforos) Majo Solís


La vida se trata de decisiones y en específico la vida de un cristiano, de un discípulo de Cristo, se trata de tomar decisiones que vayan conforme a su voluntad; sean las más grandes como mudarte de ciudad o no, el tomar un trabajo o no, el casarte   con una persona o no. hasta las más sencillas como ver o hacer ciertas cosas o no, el ir a ciertos lugares o no ir a ciertos lugares, llevarte con ciertas personas o no.

Todas estas decisiones es necesario que nosotros las evaluemos conforme a la voluntad de Dios. Y él nos ha dejado formas y maneras de darnos cuenta qué es lo que él quiere, qué es lo que a él le agrada, y yo las llamo los semáforos, porque cuando están en luz verde nos muestran qué es la voluntad de Dios, cuando están en luz amarillas nos muestran si hemos de esperarnos y cuando están en luz roja nos anuncian cuando no debemos andar por ciertos caminos o tomar ciertas decisiones.


Y quiero hablarte de cinco de ellos que en verdad me han ayudado mucho durante mi vida en la toma de distintas decisiones:

La primera de ellas es La Biblia. Si tú quieres conocer la voluntad de Dios, si tú quieres escuchar su voz, lee la biblia, Dios nunca te va a pedir que hagas algo, que tomes una decisión que va a ir en contra de lo que él ya dijo en su palabra. Entonces como dice 2 Timoteo 3:16

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”

El número dos es Tus Autoridades. Dios nos ha puesto a las autoridades como representantes suyos, como personas que nos ayudan a conocer cuál es la voluntad de Dios y no como estorbos, entonces acércate a esas personas: a tus papás, a tus pastores, a tus líderes, tal vez a  amigos, que sean personas que tengan temor de Dios, que también en sus vidas anhelen cumplir la voluntad de Dios y aparte que te amen y que oren por ti, y busca su consejo y como dice Proverbios 11:14 

“… en la multitud de consejeros hay seguridad”

El número tres es La Oración. la oración es más que un monólogo, es un diálogo íntimo entre un Dios vivo y sus hijos, pero muchas veces nuestra falta de fe nos impide el  tomar esos tiempos de esperar, esos tiempos de atender a la voz de Dios a su respuesta y solamente estamos hablando, hablando y hablando y no podemos escuchar que es lo que él responde y realmente he experimentado cómo Dios responde de maneras sobrenaturales y muy claras y como dice su palabra, si nosotros pedimos él nos va a dar, si nosotros buscamos vamos a encontrar y si tocamos la puerta esta va a ser abierta (Mateo 7:7); pero es necesario el acercarnos a él. y muchas veces cuando no lo hacemos intentamos resolver nuestros problemas o tomar decisiones conforme a nuestro intelecto; y eso nos lleva a un afán a una preocupación y no vamos a llegar a nada cuando estemos afanados, pero sí vamos a llegar a mucho cuando nos acercamos confiadamente a Dios y como dice en Filipenses 4:6 y 7

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego…”

El semáforo número cuatro es Tu Condición Interna. esto habla del testimonio que da el Espíritu Santo dentro de ti,  por ejemplo a mi me ha pasado que a veces cuando estoy por tomar una decisión siento cierta incomodidad en mi espíritu, que no me deja estar así tranquila, y muchas veces es el Espíritu Santo que te está mostrando de esta manera que no debes seguir conforme a eso, o por otro lado a veces siento una paz y un gozo y una tranquilidad en mi espíritu y es una forma en la que Dios te dice: "vas por buen camino" o "esta es mi voluntad o "estás en el lugar en donde quiero que estés"

Finalmente el semáforo número cinco es Tu Evidencia Circunstancial. Esto quiere decir que es importante darte cuenta cómo está tu situación alrededor, cómo está tu contexto. Aquí es en donde podemos hablar un poco sobre esas puertas cerradas  o abiertas. Hay momentos en los que quieres hacer algo, pero nada más tu situación te lo impide, nada más hay cosas que te frenan, te frenan y aún cuando tú te estás esforzando en alcanzar algo las puertas están cerradas.  Y ¿sabes? no hay nada más desgastante que el estar intentando con tus propias fuerzas el abrir una puerta que está cerrada, por un propósito. A veces no entendemos por qué, a veces queremos que las cosas se hagan conforme a lo que nosotros creemos que es mejor, pero debemos aprender a confiar que Dios es poderoso para abrir las puertas que Él quiere que sean abiertas y que si algo es de su voluntad él va a ser que suceda, porque él a quien llama capacita siempre, entonces si tu anhelas estar en su voluntad y oras y le pides: "Dios haz tu voluntad", déjate sorprender, él va a abrir las puertas que deban de ser abiertas y va a cerrar las que deban de ser cerradas.

Finalmente te quiero compartir un salmo que ha sido de gran bendición para mi vida y es Dios hablando a cada uno de nosotros y es el Salmo 32: 8 que dice:


Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.




¡Dios te bendiga!