viernes, 30 de octubre de 2015

Ayudando a Restaurar al caído




Todo el mundo tiene una opinión propia, todo el mundo siempre tiene algo que decir, pero a la hora de levantarte del polvo, a la hora superar tus caídas y fracasos, la opinión que cuenta no es específicamente la de todo el mundo, la opinión que cuenta, no desestimando las demás, es la de Dios.


La gente siempre hablará; las personas suelen hablar mucho, y al hacerlo sin meditar en el poder “restaurador” de Dios, se muestran como si desconocieran lo que Dios puede hacer; muchos llegamos perder toda esperanza, y a pensar que si un hermano cayó en el pecado más feo, no se podrá levantar. Nosotros somos así. Siempre calificamos o descalificamos, siempre juzgamos y evaluamos a los demás según nuestras opiniones, sin embargo, hay que entender que la última palabra la tiene Dios, que la obra no es nuestra, y que los siervos no son nuestros.

Escrito esta en Romanos 14:4 "¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie". Dios es poderoso para levantar al caído, para sacar lo precioso de lo vil, y para hacer de ti una obra maestra, aunque los pronósticos sean contrarios.

La opinión de Dios es
“Así ha dicho Jehová: En este lugar, del cual decís que está desierto… ha de oírse aún voz de gozo y de alegría, voz de desposado y voz de desposada, voz de los que digan: Alabad a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno, porque para siempre es su misericordia.” Jeremías 33:10-11

Así que por más que hablen y digan, Nunca dejes que las opiniones de los demás derrumben lo que Dios piensa de ti! Al final Dios cambiara sus pensamientos, sus opiniones y sus acciones hacia ti, pues
“Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él.” Proverbios. 16:7

Cuando en vez de ayudar acusamos al hermano caído estamos imitando al diablo en su papel de acusador (… porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. Apocalipsis 12:10), pero cuando ayudamos a restaurar al caído estamos imitando la misericordia y la obra de Cristo por la humanidad, pues Él, cuando estábamos caídos en el pecado, separados de Dios y rumbo al infierno, nos restauró y nos acercó a Jehová. Efesios 2:13 “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”.

Y esto aplica no sólo a nuestros hermanos cercanos, sino también a nuestros hermanos en todo el mundo incluyendo a los pastores, artistas, etc.

Amado hermano, siervo del Dios altísimo, si alguna vez, y sin querer, has pensado que Dios no puede levantar del polvo y del pecado a alguien; si tu mente ha pensado que eso que se destruyo no puede reconstruirse, y has emitido juicios con tu boca o en tu mente, tales como “no tiene capacidad, no se puede, el daño es irreparable”, y no solo has descalificado, sino que también, cuando has podido, no has ayudado, no has apoyado, o no has tomado en cuenta a ese “hermano tuyo en la fe”, te diré una sola cosa: ¡SE UN ELOCUENTE MEDIADOR ESCOGIDO!. Si.

Dios Opina “Si tuviese cerca de él (el caído) Algún elocuente mediador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber; Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención; Su carne será más tierna que la del niño, Volverá a los días de su juventud. Orará a Dios, y éste le amará, Y verá su faz con júbilo; Y restaurará al hombre su justicia. Dios mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado, Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz” Job 33:23-28

¡Que tu opinión sea la de Dios!... ¡Que nunca Olvides que al que poco se le perdona, poco amor muestra. ¡Que Seas vocero de la opinión de Aquel que llama a las cosas que no son como si fuesen. Pues al final, lo más importante es lo que piensa Dios!

Oremos por la restauración de nuestros hermanos cuando cometen un error.

¡Dios te bendiga!

(Editado)